Esta ponencia fue impartida en el marco de la III Reunión de Promotores Municipales de Prevención y Bienestar Familiar, organizada por Laura Barrera Fortoul, directora general del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de México (DIFEM), con motivo del Día Internacional de la Mujer.
La ponente señaló que al estudiar el machismo en los hombres y la sumisión en las mujeres, encontró que estas personas no eran las que tenían mayor salud mental como se planteaba en la literatura respecto al tema, ya que sufren mayor neurosis, depresión y psicosis; indicó que también efectuó un análisis sobre mujeres que trabajan y el impacto que ello tiene en sus hijos, encontrando que no están más afectados que los hijos de mujeres que se quedan en casa.
Advirtió que uno de los cambios en el mundo ha sido precisamente al interior de la relación de la pareja y en la familia, lo cual se refleja en diversos matices, como por ejemplo "hoy impera una obsesión por encontrar pareja a través de Internet, situación explotada por la mercadotecnia a partir de la idealización del enamoramiento".
Ante ello Lara Cantú alertó que las relaciones de pareja han sufrido la falta de habilidades para enfrentar diversas problemáticas.
Puntualizó que en sus investigaciones ha detectado que las uniones libres no tendrían ningún significado en la vida, salvo cuando se presenta un embarazo las mujeres tienen mayor probabilidad de depresión, por la sensación de inestabilidad respecto a su pareja, en este momento crucial en que se requiere apoyo, solidaridad y compromiso, ya que coloca a la mujer en una posición de vulnerabilidad.
Enfatizó que tener hijos no se diseñó para que estén aislados, sino para tenerlos en pareja y en familia, por lo que cuando no es así son mayores las situaciones de riesgo, ya que una madre infeliz no tendrá la capacidad de cuidar, de establecer lazos de apego y unión con un recién nacido, lo cual también representa vulnerabilidad para los niños.
Agregó que en embarazos de alto riesgo, con antecedentes adversos, se detectó que pocas mujeres usaban métodos anticonceptivos pese al peligro que representa la gestación, y ellas son más susceptibles al abandono de sus parejas, las cuales no tienen la fuerza para acompañar a la mujer ante estas vicisitudes de la vida.
Por el contrario, dijo que el trabajo extradoméstico tiene ganancias secundarias para la mujer, pues si bien las condiciones laborales son desventajosas, favorecen la autoestima, autonomía e ingresos, así como la posibilidad de participación social.
Finalmente la investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz aconsejó fomentar talleres de masculinidad que favorezcan la integración de hombres y mujeres de mejor manera, así como talleres de autoestima para la mujer, y redes sociales que le brinden apoyo para elevar su salud emocional.
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